Elegía de septiembre de Porfirio Barba Jacob, poeta colombiano (Colòmbia-1883 /Mèxic-1942), poeta dels que m’han marcat molt, moltíssim, un poeta dels maleïts... sí, otro poeta maldito, el poeta de La Canción de la vida profunda... No comparto toda la desesperación de los poetas malditos pero dicen a la perfección unas de las cosas que siento. Gracias!
Oh sol! ¡Oh mar! ¡Oh monte! ¡Oh humildes
animalitos de los campos! Pongo a todas las cosas
por testigos de esta realidad tremenda: He vivido.
Cordero tranquilo, cordero que paces
tu grama y ajustas tu ser a la eterna armonía:
hundiendo en el lodo las plantas fugaces
huí de mis campos feraces un día...
Ruiseñor de la selva encantada
que preludias el orto abrileño:
a pesar de la fúnebre muerte, y la sombra, y la nada,
yo tuve el ensueño.Sendero que vas del alcor campesino
a perderte en la azul lontananza:
los dioses me han hecho un regalo divino:
la ardiente esperanza.
Espiga que mecen los vientos, espiga
que conjuntas el trigo dorado:
al influjo de soplos violentos,
en las noches de amor, he temblado.
Montaña que el sol transfigura.
Tabor al febril mediodía,
silente deidad en la noche estilífera y pura:
¡nadie supo en la tierra sombríami dolor, mi temblor, mi pavura!
Y vosotros, rosal florecido,
lebreles sin amo, luceros, crepúsculos,
escuchadme esta cosa tremenda: ¡He Vivido!
He vivido con alma, con sangre, con nervios, con músculos,
y voy al olvido...
Otro día os recito La Canción de la vida profunda que me impresionó tanto, hace ya muchos años, y que me sé – casí – de memoria !
Hasta la próxima y lo dicho : ¡Feliz mes de Septiembre ! que el final del verano no es forzozamente triste! Muriel
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